lunes, 3 de noviembre de 2008

40 MENSAJES PARA LA VIDA


Veanlo esta muy bueno espero que les guste y tomen en cuenta cada numero!
“Yo no tengo amigos, porque todos son unos hipócritas”. He escuchado esta expresión en boca de muchas personas por todo el mundo (literalmente). ¿Qué tan honesto es este planteamiento? Si las iglesias, universidades, sociedad en si están llenas de hipócritas, ¿Debo de aprender a relacionarme con ellos? ¿Me justifica esto para no querer involucrarme y no querer tener amigos?
Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, la hipocrecía consiste en el Fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan. La Biblia está en contra de la hipocrecía… (por supuesto dirás) y es algo que nuestro Rey condenó fuertemente mientras andaba en la tierra (¡Te das cuenta! entonces tengo razón…–dirás.) Bueno… Te doy dos o tres pensamientos en cuanto a cómo relacionarte con los hipócritas…
1. Considérate a ti mismo… ¿Será que tú también eres hipócrita en algunas áreas de tu vida? Gálatas 6:1 te insta a que si ves a alguien en abierta hipocrecía debes RESTAURARLE (no acabártelo), considerando que tú también puedes estar en lo mismo…
2. Son tus hermanos en Cristo. Dios se inventó la iglesia. La iglesia no es algo que algún pastor o diácono pensó; nació en el propio corazón del Rey. Parte del diseño de la iglesia, es que todos somos hermanos. Ponte a pensar en tu familia en la carne: tú no eliges a tus padres (sean buenos o malos), tampoco eliges a tus hermanos o hermanas. Si ellos fueran malos hermanos, no por eso DEJAN DE SER TUS HERMANOS. Lo que se espera es que aprendas a soportar a tus hermanos en la carne, compañeros etc y a apoyarse mutuamente el resto de la vida… Esto es exactamente igual en el cuerpo de Cristo. Si un hermano está viviendo una doble vida, sigue siendo tu hermano; y tu actitud debería de ser de apoyarlo y ayudarle a crecer… no de rechazarlo. Pero para esto, se requiere madurez… Pablo, luego de explicar que no seamos hipócritas (…el amor sea sin fingimiento…), explica que debemos tener amor fraternal y PREFERIRNOS LOS UNOS A LOS OTROS… (Romanos 12:9-10).
3. No hagas caso de rumores. Te doy un tip muy sencillo para lidear con “estos hipócritas”: Si tú has visto con tus propios ojos su “doble vida”, acércate con mansedumbre y amonéstalo para que corrija su caminar. Si no has visto su “doble vida”, sino que has oído que dicen que le dijeron que quizás… NO HAGAS CASO DE RUMORES ¿Por qué ha de deteriorarse tu relación con tu hermano, por algo que probablemente no es cierto? Si tienes dudas sobre el hecho, acércate a tu hermano y pregúntale…
“La iglesia está llena de hipócritas”. Esta puede ser una declaración cierta… pero puede incluirnos a ti y a mí… Así que crezcamos juntos en amor, y busquemos ayudarnos los unos a los otros, y aprendamos a PREFERIRNOS LOS UNOS A LOS OTROS…aun en la Universidad cuando confías en alguien y te falla hay que darle otra oportunidad, y se que es difícil pero eso es lo que nos toca…

lunes, 29 de septiembre de 2008

Limpieza general!


Contesta con honestidad la siguiente pregunta: ¿Qué cosas tienes «de más» en tu casa? Me refiero a muebles, ropa, artefactos, discos… todo lo que no has usado durante el último año… y que probablemente no volverás a usar más. Yo… tengo muchas… creo que demasiadas. limpiar es incómodo… vaciar cajones y separar lo bueno de lo malo es… «complicado» en el mejor de los casos. Pero vale la pena. Otra parte de la limpieza consiste en reubicar a sus respectivos lugares cosas que están donde no pertenecen.
Las casas «se llenan de cosas» sin que nos lo propongamos, e incluso sin que nos demos cuenta. Si alguna vez te has mudado de casa… sabes bien que esto es cierto. Por eso, de vez en cuando es necesario hacer un alto y organizar una campaña de limpieza. Para serte honesta, en mi caso ese deseo de limpiar no me viene naturalmente. No me malentiendas… me encanta lo limpio… pero no me gusta limpiar. Creo que muchos somos así a nivel espiritual… nos gusta estar limpios, pero nos da pereza el tomar la decisión de emprender una campaña de limpieza que incomode nuestro status quo. Permitimos que hábitos, relaciones, costumbres e incluso pecados se instalen en nuestra vida… la sobresaturen de actividades innecesarias y… nos hagan sentirnos comodamente incómodos. Y cuando limpiamos… queremos hacerlo sólo superficialmente… dejar nuestra basura “bajo la alfombra”… y seguir adelante con nuestras vidas.Nada cambia por sí solo.Sólo tú puedes iniciar el cambio.Hay un momento en el que tienes que decir: basta! e iniciar la limpieza.Y, para limpiar… hoy era un día tan bueno como cualquier otro.
Contesta con honestidad la siguiente pregunta: ¿Qué cosas tienes «de más» en tu vida?Si has llegado a sentirte cómodo… te reto a que hurgues en los cajones más profundos de tu ser y te deshagas de lo que no te sirve… y que te impide con libertad servir al Rey. Deshazte de los rencores, los sinsabores y las rencillas que sólo toman espacio y energía de tu alma. Bota los hábitos que te son dañinos (hmmmm… TV, sedentarismo, «mucha computadora»).Algunas cosas no tienes que botar… sólo reubicarlas es suficiente. Por ejemplo… no botes tu empleo… sólo ponlo en el lugar que le corresponde. Quizás lo mismo te pase con algunas amistades… o con algunas de las ocupaciones que consumen tu tiempo. ¡Haz limpieza general!Recuerda: nada cambia por sí sólo.Y, para limpiar… hoy es un día tan bueno como cualquier otro.