lunes, 29 de septiembre de 2008

Limpieza general!


Contesta con honestidad la siguiente pregunta: ¿Qué cosas tienes «de más» en tu casa? Me refiero a muebles, ropa, artefactos, discos… todo lo que no has usado durante el último año… y que probablemente no volverás a usar más. Yo… tengo muchas… creo que demasiadas. limpiar es incómodo… vaciar cajones y separar lo bueno de lo malo es… «complicado» en el mejor de los casos. Pero vale la pena. Otra parte de la limpieza consiste en reubicar a sus respectivos lugares cosas que están donde no pertenecen.
Las casas «se llenan de cosas» sin que nos lo propongamos, e incluso sin que nos demos cuenta. Si alguna vez te has mudado de casa… sabes bien que esto es cierto. Por eso, de vez en cuando es necesario hacer un alto y organizar una campaña de limpieza. Para serte honesta, en mi caso ese deseo de limpiar no me viene naturalmente. No me malentiendas… me encanta lo limpio… pero no me gusta limpiar. Creo que muchos somos así a nivel espiritual… nos gusta estar limpios, pero nos da pereza el tomar la decisión de emprender una campaña de limpieza que incomode nuestro status quo. Permitimos que hábitos, relaciones, costumbres e incluso pecados se instalen en nuestra vida… la sobresaturen de actividades innecesarias y… nos hagan sentirnos comodamente incómodos. Y cuando limpiamos… queremos hacerlo sólo superficialmente… dejar nuestra basura “bajo la alfombra”… y seguir adelante con nuestras vidas.Nada cambia por sí solo.Sólo tú puedes iniciar el cambio.Hay un momento en el que tienes que decir: basta! e iniciar la limpieza.Y, para limpiar… hoy era un día tan bueno como cualquier otro.
Contesta con honestidad la siguiente pregunta: ¿Qué cosas tienes «de más» en tu vida?Si has llegado a sentirte cómodo… te reto a que hurgues en los cajones más profundos de tu ser y te deshagas de lo que no te sirve… y que te impide con libertad servir al Rey. Deshazte de los rencores, los sinsabores y las rencillas que sólo toman espacio y energía de tu alma. Bota los hábitos que te son dañinos (hmmmm… TV, sedentarismo, «mucha computadora»).Algunas cosas no tienes que botar… sólo reubicarlas es suficiente. Por ejemplo… no botes tu empleo… sólo ponlo en el lugar que le corresponde. Quizás lo mismo te pase con algunas amistades… o con algunas de las ocupaciones que consumen tu tiempo. ¡Haz limpieza general!Recuerda: nada cambia por sí sólo.Y, para limpiar… hoy es un día tan bueno como cualquier otro.